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Florines es un hombre que ha vivido del campo toda su vida. Antes ayudaba a su padre pero ahora ha montado una vaquería por su cuenta.
Vende la leche cruda a una empresa que la comercializa con marca blanca, fabrica quesos y también vende yogures que le envasan en una fábrica de Valladolid.
El año pasado fue su primer año y vendió 171.000 €. La empresa, además, tuvo beneficios y el negocio ganó 16.790 €, casi un 10% sobre las ventas. La verdad es que estaba contento. Tener beneficios el primer año es toda una proeza.
Su primera Cuenta de Resultados, a la que Eduardo, su asesor le llamaba PyG (de Pérdidas y Ganacias, claro) fue la siguiente:
Pero Florines no estaba contento del todo.
Tenía dudas de si todo en su empresa eran beneficios.
Así que le dijo a Eduardo que quería una Cuenta de Resultados con más detalle para analizarla a fondo y ver si se podían mejorar los números aún más.
Eduardo se puso manos a la obra y le dijo lo siguiente a Florines: “Mira, podemos hacer lo siguiente: podemos desglosar las ventas y los gastos de tal forma que calculemos:
Pues, dicho y hecho, Eduardo se puso manos a la obra y esto es lo que le presentó a Florines:
Y con esta Cuenta de Resultados, ¿qué vieron?
Pues varias cosas importantes:
Pero, aun así, Florines no estaba contento con esta información y quería indagar aún más.
Así que le pidió a Eduardo que le hiciera una Cuenta de Resultados Analítica, donde viera los beneficios que había obtenido por cada línea de negocio.
Y, Eduardo, se puso manos a la obra. Distribuyó los gastos entre las distintas líneas de negocio, si iban directamente a ellas, o con alguna regla de prorrata, si eran gastos comunes. Y obtuvo los siguientes resultados:
Y es así como las sospechas de Florines se vieron cumplidas, dándose cuenta que la línea de negocio que le daba más ventas también le daba pérdidas y que con lo que más ganaba era con el queso.
Por esto, en el año 2 hizo una serie de ajustes para reducir los costes en su línea de yogur y traspasando producción de la leche cruda al queso.
Florines llegó el año 2 a unas ventas de 400.000 € y con todas sus líneas de negocio saneadas.
Así que, con la historia de Florines espero que hayas aprendido lo siguiente:
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